A principios de agosto (del 3 al 5), el pequeño pueblo interior abandona su acostumbrada tranquilidad para llenarse de música y jolgorio.
Además, coincidiendo con la fecha del santo patrón, 10 de julio, la población celebra la fiesta de Sant Cristòfol de Ses Corregudes (San Cristóbal de las Carreras), auténtico prólogo a las fiestas patronales y que tienen lugar sin caballos en sus calles.
Cuando sí aparecen los equinos engalanados, montados por caixers y cavallers (jinetes), es a finales de julio o a principios de agosto.
En la tarde-noche de la víspera se celebra el primer jaleo en una plaza de reducidas dimensiones donde el hombre y el caballo interpretan, al unísono, una sinfonía de imagen y sonido imposible de explicar. Es especialmente destacable el show festivo, con samba incluida, que monta la inmejorable banda de música de la población después de los jaleos.